martes, 22 de agosto de 2017

Sayyed Nasralá: La Resistencia libanesa es hoy más poderosa que nunca


El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha pronunciado un discurso con motivo del 11º aniversario de la victoria de la Guerra de Julio de 2006.

He aquí los puntos principales de su discurso:

La llanura de Jiam es un lugar que tiene un simbolismo particular y es porque su suelo ha sido testigo de éxitos diversos.

Es un lugar que está vinculado al pueblo de Jiam, el pueblo del saber y el conocimiento, el pueblo de la tolerancia y la convivencia entre distintas confesiones. Se trata del pueblo del heroísmo y el valor, pero también del pueblo que conoció al campo de concentración israelí, el campo de Jiam, donde el enemigo intentó romper la voluntad de los residentes, de todo un pueblo; un campo donde los detenidos libaneses resistieron. Ellos lucharon con las armas de la paciencia y la fe.

Como todas las localidades fronterizas, Jiam se situó en la primera línea de defensa. Jiam luchó durante 33 días contra la agresión israelí de 2006. Ella resistió lealmente, a pesar de los miles de ataques y del bombardeo de la artillería, contra el enemigo. Jiam y sus gentes resistieron y lograron éxitos. Ellos se convirtieron en un modelo a seguir en cuanto su valor y heroísmo. La mayor parte de la ciudad fue destruida, pero sus gentes la han reconstruido, ya que, si una parte de sus habitantes son resistentes, que no temen a la muerte, todos ellos son apasionados de la vida y la reconstrucción.

Y si el Valle de Hiyair ha sido llamado la Tumba de los tanques Merkavas, la planicie de Jiam debería ser bautizada como la del Holocausto de los Merkavas. Quiero citar aquí las declaraciones de un alto oficial israelí, que dijo durante la guerra de 2006: “Es difícil describir nuestra situación salvo comparándola a la de una cazería de patos en un lago, totalmente expuestos a los cazadores. Nuestros Merkavas eran un objetivo fácil para los combatientes de la Resistencia. En un momento en que todas sus fuerzas están desperdigadas por la zona nuestros soldados saltaban de sus tanques presa del pánico y se ocultaban entre los matorrales”.

El jefe del Mando del Norte israelí ordenó al jefe de las unidades de los Merkavas “poner fin a esa mascarada que has provocado y en la que un puñado de soldados de Hezbolá han logrado vencer a una unidad de tanques”.

Existe la creencia errónea de que son las armas, las municiones o la alta tecnología las que permiten ganar una batalla, pero esto no es una cuestión de armas sino de hombres valerosos, innovadores, inteligentes, bien formados y determinados.

Una unidad de tanques del Ejército israelí fue vencida por algunos misiles de la Resistencia Islámica. Ésa es la ecuación del hombre frente a la máquina, tal es la verdad de estos hombre que han sido bautizados como “los hombres de Dios” porque han vencido a otros que pretenden formar parte del “pueblo elegido” mientras que, en realidad, son hombres que huyen de la muerte y no osan afrontarla.

En la llanura de Jiam, la Resistencia presentó un modelo de lucha contra un enemigo que se jacta de ser el más poderoso militarmente en hombres y armas. Y por todas partes en el sur del Líbano, hemos asistido al mismo tipo de éxitos. Hoy, 11 años después de la guerra de 2006, la Resistencia es más capaz, más poderosa, en cantidad y calidad, y más experimentada y esto en todos los ámbitos. Dicho de otro modo, hoy cualquiera que sea la fuerza israelí que ataque al Líbano, se deberá enfrentar no a un escenario similar al de la llanura de Jiam, sino a otro cien veces peor. Su derrota será más humillante y más aplastante.

Esta guerra, cuya victoria celebramos en este día y que los israelíes han llamado “la Segunda Guerra del Líbano”, está siempre viva en el recuerdo de los responsables israelíes, de los militares israelíes y de la opinión pública israelí. Una prueba de su incapacidad de recuperarse de la derrota sufrida hace 11 años es que en cada conmemoración, los israelíes no pueden impedir debatirla en sus medios y en sus encuentros políticos y militares porque se trató de un acontecimiento muy importante.

Después de 11 años, los israelíes reconocen su derrota en el Líbano y no ocultan su preocupación por la creciente potencia de la Resistencia. No cesan de hablar de las capacidades militares de Hezbolá, de sus armas, de sus misiles de alta precisión, de sus drones, de la formación de sus combatientes… Ellos reconocen su fracaso por no haber logrado el objetivo de esta guerra contra el Líbano que era el de erradicar a Hezbolá. En su lugar, han conseguido todo lo contrario y se encuentran frente a una fuerza que representa para ellos un serio problema frente al cual se ven impotentes.

Y todos aquellos que apostaron por la erradicación de la Resistencia a través de la agresión contra el Líbano se vieron decepcionados y hoy en día todos aquellos que apuestan por la eliminación de la Resistencia a través de intentos de romper el eje de la resistencia no recogerán tampoco más que decepciones y desilusiones.

Y cuando evoco el poder de la Resistencia, me dirijo al enemigo israelí. Mi discurso no va dirigido al interior del Líbano.

El enemigo se ha dado cuenta, como se ve reflejado en los reportajes y estudios aparecidos, que, con independencia del coste y los objetivos de cualquier futura guerra contra el Líbano, ésta será insostenible, tanto en lo que se refiere en pérdidas humanas como en destrucción material. Israel será incapaz de aguantarlo. Esto es por lo que se escuchan en la entidad sionista voces, incluso en sectores extremistas, que piden evitar cualquier guerra contra el Líbano.

Esta convicción israelí no es el resultado de presiones de EEUU o de la ONU, sino de una toma de conciencia real por parte de los israelíes, basada en los hechos, de que una guerra con el Líbano sería demasiado costosa para que Israel pueda soportarla. Y, dado que Israel no quiere una guerra con el Líbano, las regiones fronterizas de nuestro país están ahora más seguras y protegidas.

Y, además, esta resistencia está protegida por la ecuación Ejército-Pueblo-Resistencia. Vivimos en un mundo donde los débiles son aplastados por los fuertes y donde sólo el fuerte es respetado.

La central de Dimona

A título de ejemplo, en nuestros discursos hemos evocado los depósitos de amoniaco de Haifa. Sin embargo, ¿cómo ha reaccionado la entidad sionista? Ella ha tenido que rendirse a la evidencia de que estas reservas de amoniaco constituían una amenaza y durante meses los israelíes han intentado buscar una solución a este problema, lo cual era delicado dado que estas reservas pertenecen a un norteamericano de la familia de Trump y cuestan miles de millones de dólares. Finalmente, un tribunal de Haifa ha manifestado que era urgente desembarazarse de estos depósitos. Dicho en otras palabras, el enemigo israelí se tomó en serio nuestras amenazas, porque sabe que somos capaces de hacer lo que dijimos y ha respetado nuestro poder.

Dicho esto, aconsejo a los israelíes que se preocupen también por su central nuclear de Dimona, que es mucho más peligrosa que los depósitos de amoniaco de Haifa.

Presiones norteamericanas contra el Líbano

Teniendo en cuenta su incapacidad para desencadenar una guerra contra el Líbano, el enemigo israelí ha recurrido a otros medios. Él apuesta ahora por las presiones de EEUU contra el gobierno libanés y el pueblo libanés. Apuesta por la Administración Trump, que ha desencadenado una campaña de intimidación contra ciertos responsables libaneses, pero también contra toda persona que se exprese positivamente sobre Hezbolá.

La administración norteamericana ha recurrido a las sanciones económicas contra Hezbolá, pero sabed que ninguna ley económica ni sanción podrá doblegar la voluntad de la Resistencia y mucho menos debilitar sus capacidades.

El discurso del presidente Trump durante la reciente visita de Hariri y el discurso de la representante de EEUU en la ONU muestran que Trump no conoce a Hezbolá ni sabe que Hezbolá está en el gobierno y en el Parlamento del Líbano. Tampoco sabe que hasta ahora el gobierno libanés no había combatido al EI ni dado una cobertura política a una confrontación militar contra dicho grupo. La Administración Trump rebosa de ignorancia.

Y cuando Trump califica a Hezbolá de “fuerza destructiva”, de fuerza terrorista, de fuerza peligrosa nosotros le respondemos “Sí”. Somos una fuerza destructiva contra el terrorismo que EEUU ha creado. En sus discursos de la campaña presidencial Trump acusó a Obama y a Clinton de haber creado el EI y de haberlo apoyado.

El EI es una organización reconocida como terrorista por toda la comunidad internacional y Hezbolá ha combatido al EI en Siria y el Líbano. Entonces sí, somos una fuerza destructiva contra el EI y una fuerza peligrosa que amenaza al proyecto israelí; una fuerza que acabó con el proyecto del Gran Israel en 2000 y una fuerza que ha permitido a la Franja de Gaza resistir contra la maquinaria de guerra israelí y vencerla. Y en la guerra de 2006, Hezbolá abortó el proyecto de Condoleezza Rice para crear un nuevo Oriente Medio.

Y, sí, somos una fuerza destructiva contra todos sus proyectos de división y guerras; todas las administraciones estadounidenses han promovido el caos y guerras en la región. Mirad a Israel, esta entidad apoyada por EEUU que masacra y agrede y oprime a todo un pueblo, que le ha robado su tierra, ha ocupado sus casas, ha cortado sus olivos y cuyo gobierno ha sostenido y apoyado las guerras de Siria, Iraq y Yemen.

Hezbolá está junto a las otras fuerzas de la Resistencia y es una fuerza de dignidad, de resistencia y de lucha. Hoy en día, hacemos frente a una campaña de intimidación contra el pueblo libanés y esta campaña se ejerce contra responsables libaneses en reuniones a puerta cerrada o detrás del telón o en encuentros diplomáticas.

Sin embargo, si en las reuniones entre libaneses y norteamericanos, estos últimos amenazan a los responsables libaneses con una nueva guerra de Israel, ¿cómo tal amenaza es posible cuando el propio Israel afirma alto y claro que no quiere otro conflicto contra el Líbano?

El tiempo en el que Israel amenazaba y ejecutaba sus amenazas ya ha pasado.

Si una asociación libanesa planta hoy en día árboles en la frontera libanesa, la entidad sionista presenta una queja contra el Líbano y los cascos azules se presentan inmediatamente para constatar que no se trata más que de árboles. Si un habitante libanés se atreve a mirar a las colonias israelíes, Israel acusa al Líbano de violar la resolución de la ONU y se queja ante el Consejo de Seguridad. Sin embargo, la entidad sionista se permite el lujo de instalar cámaras de vigilancia en la frontera y observa lo que ocurre en nuestras localidades. ¿No es esto entonces una violación de la resolución?

No vamos a dejarnos intimidar y vamos a plantar árboles en todas partes puesto que los árboles, además de su valor ecológico, juegan un papel a nivel de la seguridad.

A mi juicio, este comportamiento de parte de los israelíes es un signo de debilidad y demuestra que estamos en la cumbre de nuestra potencia porque incluso nuestros árboles son una amenaza para Israel.

Mirad cómo los israelíes son los más tristes por nuestra victoria en Arsal contra el Frente al Nusra y por lo que pasa en Siria. Ellos imploran al EI que prosiga la guerra e intente mantenerla todo lo que pueda porque su derrota significa la victoria de Irán, del presidente Assad…

Tres puntos sobre el Líbano

1- Dentro de algunos días los hombres armados que quedaban en Arsal evacuarán la zona y el Ejército recuperará todas las posiciones militares, incluyendo toda la línea de demarcación con el EI y esto nos permitirá retirarnos completamente de la región.

2- Esperamos todos el anuncio del Ejército libanés acerca del inicio de la batalla contra el EI en Ras Baalbeck y Qaa. La decisión se ha tomado, pero el anuncio se realizará en los próximos días. Ha habido algunos intentos de desmoralizar a los libaneses para que no implementen esta decisión, pero la reunión del presidente Michel Aoun con el Comité de Seguridad ha impedido todo retraso.

3- Ha habido algunos debates en el Líbano sobre la coordinación entre los ejércitos libanés y sirio, sobre la visita de ministros libaneses a Siria etc. Sabemos que hay una cierta parte libanesa que se opone a toda cooperación con Siria. Yo pido a esta fuerza que revise su posición porque el proyecto que apoyabais en Siria está a punto de hundirse o está ya hundido.

Dejad de lado vuestros rencores, ilusiones, esperanzas y sueños y pensad un poco. Observad lo que pasa en la región. Constatad que el EI está terminado; la oposición armada está en su peor estado y la oposición política sufre por la crisis de Qatar. Hasta los estados más recalcitrantes contra el presidente Assad están revisando sus posiciones, como sucede con Francia.

EEUU negocia con Rusia para preservar sus intereses en Siria.

Toda la comunidad internacional se ha expresado en favor de mantener al presidente Assad en el poder.

Siria es el único vecino del Líbano -puesto que en la otra frontera tenemos un enemigo- y es, pues, el Líbano el que tiene interés el mayor interés en hablar con Siria. Cuando el EI sea derrotado definitivamente y las fronteras se abran este interés será aún mayor.

Traducido por: Yusuf Fernandez

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